Por J. Hanson
El autor creció con azúcar en todo lo que comía. El comía muchos dulces, hechos con azúcar y harina refinada, así como alimentos a base de azúcar. En su adolescencia, tomaba bebidas gaseosas (soda), helado, café con azúcar, chocolate, batidos, pasteles y dulces. Durante toda su vida el comía de esta manera, lo que le trajo muchas enfermedades como – hemorroides sangrando, pulmonía, fiebre, malaria, hepatitis, herpesoster e infecciones en los ojos, oídos y la piel, además de sangrado de encías, acné, migraña, lenta circulación y obesidad.
Leyó un libro en el que entendió que, si se encuentra enfermo, simplemente es culpa de la persona que padece estas enfermedades. El dolor es el último aviso, sabiendo mejor que nadie, cómo maltratas tu cuerpo y esto debe terminar. El azúcar es un veneno tan letal que el opio y muy peligroso.
Pudo, además, conocer a una mujer que coincidía en opinión, dicha dama es famosa en los Estados Unidos de América para conseguir un estado sano de salud.
Durante su vida consiguió evidencia de los malos efectos del azúcar, por lo que decidió eliminar todo lo que en su casa contuviera azúcar.
Desde cereales endulzados, sopas enlatadas, frutas enlatadas, pan, todo lo que contenga azúcar. Comenzó a comer vegetales únicamente, así como granos enteros. Dos días después, sintió dolor en todo su cuerpo, trayéndole consigo migraña y náuseas. Creyendo que su cuerpo le estaba advirtiendo de algo, pero esto sólo necesitaba de tiempo, para que lo lograra comprender. Cesó de comer todo en azucares y cuanto químico en su alimentación.
Luego de pasados unos días, sus encías y hemorroides dejaron el sangrado, por lo que pudo decir, adiós hemorroides. Cuando se despertó a la mañana siguiente, se sintió como una persona completamente nueva. Dado que los vegetales y granos eran como regalos de Dios para él; su acné desapareció y su piel comenzó a sentirse más suave y a tener una apariencia más agradable, consiguió ver los huesos de sus manos donde debían estar. Se sentía con más energía, lo que le permitió ver las cosas con más claridad, su cerebro comenzó a funcionar mejor, logró perder 70 (de 205 libras hasta 135 menos) en 5 meses, facilitándole conseguir un cuerpo renovado y una mejor vida. Desde 1960, hasta escribir el libro (de lo cual han pasado 16 años), no ha tenido que visitar al médico o acabar en un hospital.
Durante el proceso de refinar el azúcar, sacan toda la fibra y proteína que constituye el 90% de la planta natural.
Para refinar el azúcar, el jugo de la caña es refinado hasta la melaza, después de azúcar chocolatosa y al final dejar una azúcar color blanca, por esto es que la mayoría de los procesos hacen que el azúcar sea nada más y nada menos que químicos.