El largo convoy que transportaba a los inspectores de la agencia de la ONU llegó este jueves a la central de Zaporiyia, donde las tropas rusas están presentes con fuerza. Una fuente ucraniana familiarizada con la situación dijo a Reuters que la misión "podría terminar siendo más corta de lo esperado".
De acuerdo a la OIEA y la empresa energética estatal ucraniana Energoatom, el convoy se retrasó durante tres horas a unos 20 kilómetros de la central, en un puesto de control aún en poder de los ucranianos, hasta que la situación volvió a ser segura tras nuevos bombardeos por la mañana en los alrededores.
Situada en la localidad de Enerhodar, a unos 120 kilómetros de la ciudad de Zaporiyia de la que toma su nombre, la central nuclear que visitarán los inspectores del OIEA cayó bajo control ruso a principios de marzo, poco después del lanzamiento de la ofensiva en Ucrania, pero sigue siendo operada por técnicos ucranianos.
La zona que rodea a la central es objeto desde hace varias semanas de continuos bombardeos, de los que se culpan mutuamente rusos y ucranianos, lo que aumenta el temor a una catástrofe nuclear y lleva a varios países y organizaciones internacionales a solicitar el establecimiento de una zona desmilitarizada.
La Misión
"Una misión ideal sería poder inspeccionar toda la instalación nuclear, tanto los núcleos de los reactores como los lugares donde se almacenan los residuos radiactivos, y todas las zonas en las que podría haber problemas de emisiones radiactivas. Y luego, lo que sería aún mejor es poder discutir con el operador, con los operadores de la planta, y ver un poco sus condiciones de trabajo", según Emmanuelle Galichet, profesora e investigadora de física nuclear en el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios.
Además, prosigue Galichet, "van a inspeccionar todas las instalaciones que hayan podido resultar dañadas por los bombardeos, aunque parece que no ha sido mucho lo que fue dañado por los últimos bombardeos. Pero aún así lo comprobarán todo. Y también van a reiniciar lo que se llama los sistemas de transmisión de las salvaguardias nucleares, los datos que tienen que enviar al OIEA automáticamente, para asegurarse de que no hay ninguna emisión radiactiva a la atmósfera". Sistemas que fueron al parecer dañados en marzo.
Por otra parte, estima, "sería muy bueno si el OIEA consigue que algunos expertos se queden allí. En mi opinión, esto pondría fin a los enfrentamientos, al menos en torno a esta planta, porque son personas independientes que no pertenecen a ninguno de los dos bandos. Sería muy malo bombardear o disparar misiles, cuando hay gente completamente independiente en el lugar. Creo que esto ayudará a calmar la batalla en torno a este sitio".
Según la experta, no deberían surgir muchos impedimentos al cumplimiento de la misión porque los beligerantes han entendido que no sirve de mucho utilizar esta central nuclear como objeto de guerra.