La China comunista entra el pánico comprando sal masivamente. Los mostradores están vacíos.
Los chinos temen que la producción de sal se vea afectada por la contaminación del agua del mar por los residuos de las centrales nucleares. Debido a esto, comenzaron a comprar sal masivamente.
Hay peleas en las tiendas y en las ciudades hay un “mercado negro” de sal.
Debido al miedo a interrumpir el suministro desde Japón, debido a la situación con el vertido de agua en la central nuclear de Fukushima-1, la gente está presa del pánico.