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Japon se abre a ritmos nunca antes visto

Las luchas demográficas de Japón están obligando a las empresas y comunidades a abrirse a un ritmo sin precedentes.
El año pasado, el número de trabajadores extranjeros alcanzó un récord de 2,04 millones, un 12,4% más que en 2022, según el Ministerio de Trabajo. Se espera que esa afluencia continúe a un ritmo rápido.
Sin embargo, incluso con las constantes entradas de trabajadores, la población inmigrante de Japón es sólo alrededor del 2%, la más baja entre las economías avanzadas del Grupo de los Siete, mientras que las otras seis tienen cifras de dos dígitos.

Las soluciones que está empleando Japón para combatir la despoblación

Otros cambios demográficos también están transformando la sociedad. Los jóvenes abandonan el campo en masa y se concentran en las ciudades más grandes. El profesor de ciencias políticas de la Universidad de Meiji, Hisakazu Kato, se refiere a esto como una "sociedad polar", con grandes centros urbanos como Tokio y Osaka, que atraen a los jóvenes a medida que las áreas rurales se vacían, recoge ‘Citylab’. Con un menor número de jóvenes y un exceso de residentes mayores (entre los más longevos del mundo), muchas zonas rurales parecen estar atrapadas en una espiral demográfica que las llevará a la desaparición. Si las tendencias actuales continúan, para 2040, 869 municipios -casi la mitad del total de Japón- estarán en riesgo de 'morir', según el Consejo de Política de Japón. Hasta el 80% de los municipios en algunas prefecturas pueden desaparecer en los próximos 40 años.

Seguramente la descripción de la despoblación que está viviendo el país nipón a muchos le recuerde a situaciones más cercanas. En España decenas de zonas rurales, que anteriormente contaban con un fuerte núcleo de población, se están quedando deshabitadas. Por el contrario, las grandes ciudades están abarrotadas de gente. Provincias como Soria han visto su población reducida más de un 23%, según las cifras de población que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE), mientras que otras como Madrid han crecido un 73% impulsadas por la ampliación de la capital y las ciudades dormitorios que la rodean.