Tras años de tensiones entre Venezuela y Colombia, marcadas por enfrentamientos entre líderes como Hugo Chávez y Álvaro Uribe, y posteriormente Nicolás Maduro e Iván Duque, los lazos entre los dos países parecían haberse suavizado con la elección de Gustavo Petro como el primer presidente izquierdista de Colombia. Sin embargo, las relaciones se han vuelto a deteriorar recientemente, especialmente con Petro y el presidente brasileño Lula da Silva desempeñando papeles clave como mediadores en la crisis venezolana.
La crisis en Venezuela se intensificó tras las elecciones del 28 de julio, en las que Maduro se declaró ganador en una reelección ampliamente cuestionada por la oposición y la comunidad internacional, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea. Tanto Petro como Lula han insistido en que solo reconocerán los resultados electorales una vez que se publiquen "datos desagregados y verificables", e incluso han sugerido una repetición electoral, una propuesta rechazada por ambos lados del conflicto venezolano.
Colombia alberga actualmente a casi tres millones de venezolanos, la mayor cifra mundial, y encuestas recientes indican que miles más están considerando emigrar si la situación no mejora. Algunas ONG estiman que hasta 160 venezolanos cruzan la frontera a diario, lo que pone una presión adicional sobre el gobierno colombiano.
En este contexto de alta tensión, un informe del New York Times ha intensificado el conflicto colombo-venezolano con una noticia explosiva. El informe revela que dos soldados colombianos, José Medina y Alejandro Ante, que habían combatido en Ucrania, están ahora bajo arresto en Moscú después de haber sido supuestamente extraditados desde Venezuela. Los soldados fueron arrestados a su llegada a Moscú tras haber desaparecido en Venezuela el mes pasado, un país con fuertes lazos con Rusia.
Medina y Ante aparecieron en un video difundido por medios estatales rusos, en el que fueron interrogados por la policía secreta rusa sobre su participación en las Fuerzas Armadas ucranianas. Ambos habían servido en Ucrania durante entre ocho y diez meses. Un tribunal de Moscú ha ordenado su detención bajo cargos de mercenarismo, en una aparente violación del derecho ruso y del derecho internacional.
Familiares de los soldados han confirmado que los hombres en el video son efectivamente Medina y Ante. Según el New York Times, la última vez que se tuvo noticias de ellos fue cuando aterrizaron en Caracas el 18 de julio, regresando de Ucrania. Medina, de 37 años, envió un video a su esposa desde el aeropuerto de Caracas antes de perder contacto.
El gobierno venezolano no ha comentado sobre la detención y extradición de los soldados colombianos, y el Ministerio de Asuntos Exteriores no ha respondido a solicitudes de comentarios.
Este es el primer caso conocido de combatientes extranjeros del conflicto ucraniano detenidos en un tercer país y enfrentando cargos. Mientras Rusia y Ucrania han reclutado ciudadanos extranjeros para reforzar sus fuerzas, el estatus legal de estos combatientes sigue siendo incierto. Aunque pueden ser considerados mercenarios, prohibidos por las Convenciones de Ginebra, su integración formal en el ejército ucraniano ha sido utilizada para argumentar que son combatientes legales.