Durante un encuentro en Santiago de Chile en junio de 1976 con el canciller argentino de la última dictadura César Augusto Guzzetti, el secretario de Estado de EE.UU. pronunció una frase que quedó para la posteridad: “Si hay cosas que tienen que hacerse, tienen que hacerlo rápido. Pero deberían volver rápidamente a los procedimientos normales”. El entonces secretario de Estado luego agregó: “Hemos seguido de cerca los acontecimientos en la Argentina. Le deseamos lo mejor al nuevo gobierno.